Mei Lee, una niña de 13 años un poco rara pero segura de sí misma, se debate
entre ser la hija obediente que su madre quiere que sea y el caos propio de la
adolescencia. Ming, su protectora y ligeramente exigente madre, no se separa
nunca de ella lo que es una situación poco deseable para una adolescente. Y por
si los cambios en su vida y en su cuerpo no fueran suficientes, cada vez que se
emociona demasiado (lo que le ocurre prácticamente todo el tiempo), se convierte
en un panda rojo gigante.